Definitivamente estoy cansada. Hoy escuche el despertador y lo apagué más de diez veces. Ni siquiera abría los ojos para ver la hora, sólo mi mano derecha torpemente tocaba el velador hasta que daba con el bendito aparato y lo apagaba. Llegué tarde a trabajar y le pegué un rayón a mi auto en el estacionamiento.
Sé que esto para nadie es novedad, ya que a estas alturas del año todos nos quejamos de lo mismo, pero yo no lo había querido admitir. Según yo, tomando vitaminas estaría como tuna. Me mentí. Ni las vitaminas ni mi yoga me han podido ayudar. Mi trabajo tampoco ayuda mucho. Tengo que cerrar el año y tengo miles de cosas por hacer antes del 31 y estoy muy atrasada. Quiero trabajar tranquila y no puedo. Para muestra un botón:
Ayer vino a la oficina un trabajador a entregarme un papel del consultorio cercano a su casa que decía, que había estado ahí, pero nada más, ni que le dolia la cabeza ni nada. Cuando el trabajador abrio su boca para decirme que estaba enfermo y que tenía amigdalitis, sentí un olor horrible a trago. Le miré la cara y me quedó más que claro que no era amigdalitis lo que tenía sino signos inequívocos de una tremenda borrachera de la noche anterior. No era su primera inasistencia del mes, hoy tampoco apareció y no me queda más que despedirlo. Por que me hacen esto?, no tengo tiempo para despedir a nadie, y además me carga hacerlo en esta fecha. Por qué este angelito no puede esperar el fin de semana para irse de carrete?. Es joven y sin ataduras, por lo que tiene todas las alas para andar de fiestero, pero lamentablemente tiene un compromiso con su trabajo que no cumplió.
Bueno, hoy tendré que trabajar hasta más tarde, lo que últimamente ya no es novedad.
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