Ayer fui a ver la nueva película de Diney-Pixar: RATATOUILLE. No contaré de que se trata por que ojalá todos los que disfrutan del cine puedan ir a verla. Es una película muy entretenida, no cansa para nada ya que cuando la vi los niños que estaban en la sala permanecieron en su mayoría muy atentos a las aventuras del pequeño ratón.
Entre varias cosas la película habla de los sueños de cada uno, sobre la tolerancia, la familia, la amistad. Entré completamente en la adorable historia de este ratón que no deshecha nunca el sueño de ser chef. Él es diferente a su hermano y a su padre y a toda la comunidad de ratones a la que pertenece y de eso se trata un poco, de lo que somos, a dónde llegamos y si somos capaces de cambiar nuestro destino por los sueños. Es una película encantadora.
Muestra cómo los sabores y aromas nos transportan a nuestra infancia.
Es así como deberíamos rescatar la cocina nuevamente y entregarles a los niños los mismo que nosotros vivimos al ver a nuestras abuelas o mamás cocinando, aunque sea algo sencillo. Espero que los niños de hoy no sean mañanas adultos recordando una hamburguesa de un local de comida rápida o un queque de supermercado.
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