sábado, 16 de agosto de 2008

Sensibilidad

O para algunos cursilería, depende cómo se quiera ver. Estos días mi sensibilidad está en altos niveles y cualquier cosa puede generar en mi garganta, ese nudo que detiene mi respiración y pone mis ojos vidriosos. No sé si es por la fecha, de golpe un nuevo año a mi cartera, o simplemente que este invierno ha sido muy largo.
He estado pensando en cómo quiero estar cuando tenga setenta años y he llegado a la conclusión de que lo único que quiero es tener un hombre al lado que me mire con los ojos que mi abuelo miró a mi abuela cuando estaba en su cama, ya casi sin reaccionar a los remedios, esperando que el sueño lo atrapara. La miró fijo, él ya no podía hablar, pero su mirada transmitía ese amor eterno, agradecido por los años, y profundo como la vida que le entregaron a sus seis hijos. Yo y una prima que estábamos ahí sentimos ese amor que le salía por los ojos. Con los años siempre nos acordamos y lo comentamos.
La música es una de las formas que más me gusta para decir cosas o demostrar sentimientos, así, esta canción puede ser la más cebolla del mundo o puede ser la más romántica, pero es tan poética que me encanta, quizás por eso es que espero escucharla con mi compañero al lado cuando tenga la cabeza blanca y la vida marcada en el rostro.

No hay comentarios.: