lunes, 28 de diciembre de 2009

...5....4...3...2...1....

Partió la cuenta regresiva para despedir el 2009 y comenzar el 2010.
Estoy atocahada de trabajo, con un carácter infernal, o más que infernal, ya agotado.
Hoy llegué 2 horas antes a la oficina para tratar de avanzar con lo que hay que dejar listo para el 30.
Me gustaría poder realizar unos rituales que encontré navegando, acerca de cómo partir de buena forma el nuevo año, ordenando, botando cosas viejas, limpiando todo lo malo. Pero estoy tan cansada que sospecho que mis intenciones sólo quedarán en eso.
El 2009 fue un año para olvidar, partió con dramas, después mucha tristeza, entusiasmo otra vez, y cachetadas de tristeza de vuelta. En fin, todo por aprender que la vida a golpes nos va enseñando el camino.
Sé que me voy a equivocar mil veces más, pero espero que todo colabore a que me convierta en una mejor persona.
Quiero que el nuevo año me traiga más alegrías, más viajes, toneladas de amor y energía permanente para hacer lo que me gusta.
Quiero que sea el mejor año de mi vida...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Un regalito

Para todos los amantes de los gatos, en especial mi amiga LO, ésta ternura de video.

lunes, 21 de diciembre de 2009

2009 Full Tecnológico

Hoy pensaba que cada vez hay más redes de comunicación... entre ellos:
  • Correo electrónico
  • Messenger
  • Facebook
  • Twitter
  • Skype
  • Teléfonos móviles (llamadas, mensajes de texto)
  • etc.
Lo que no sé es si ésto es muy bueno o muy malo.
Muy bueno sí, ya que podemos comunicarnos con gente que está lejos y con la que no queremos perder el contacto.
Malo también, por que extrañamente uno se siente amarrado a estar revisando tooodooos éstos canales... y fácilmente puedes estar un día completo revisando o mirando el correo, en la pestaña del lado tener abierto facebook, en la siguiente twitter, etc. Pero hay que parar un momento y darnos cuenta (cosa que hoy hice), de la cantidad de tiempo que se pierde en éstos menesteres. Más sano sería revisar todo una vez al día, por ejemplo en la noche. Pero si estás esperando un correo de alguien importante, entras 10 ó 15 veces a gmail para saber si ya te llegó ese correo que estabas esperando o no.
Hoy recibí el el correo de mi trabajo siete saludos navideños electrónicos... y recordé aquellos tiempos en que me emocionaba recibir sobres con lindas tarjetas de navidad, las que colocaba cerca del árbol.
Los saludos por mail son fríos, y aunque me envíen a Rudolph El reno bailando el osito gominola, lejos prefiero la magia de romper el sobre con la tarjeta firmada de puño y letra de alguien que pensó en darme sinceramente sus buenos deseos navideños.

martes, 15 de diciembre de 2009

Diciembre Revolucionado


Hace ya muchos años que no siento Diciembre como un mes de tranquilidad, como un mes familiar, de encuentro... La locura de las compras y el consumismo que traen éstas fechas hacen que casi pase por mí con cierta indiferencia.
Mis mejores navidades fueron en la casa de mi abuela. Era muy agradable que nos pusieran vestidos lindos y femeninos para ese día, la cena con mis primos y los nervios para esperar el regalito. En ese tiempo no recuerdo que la televisión influyera tanto en mí y en mis hermanas, así es que no habían peticiones especiales para los regalos y nos conformábamos con lo que llegara.
Sí recuerdo una navidad en que mi hermana menor recibió una hermosa muñeca Pepona, de pelo de lana rosado, gorda, linda, demasiado apretable. Me comía la envidia, la miraba y la miraba y quería una para mí, pero la Pepona nunca llegó.
Fueron muy buenos años hasta que volvimos a vivir con nuestro Padre. Ahí ya las navidades las recuerdo de forma muy triste. Y pensar que muchos padres se quedan juntos a pesar de ya no amarse "por los hijos", y a uno ni le preguntan. Mi mejor regalo de navidad en esos años era que mis padres se separaran de una vez y civilizadamente. Cosa que nunca ocurrió, hasta sólo algunos años atrás. Separación sí, de que fuera civilizada, nada.
Para mí diciembre, ahora es una mezcla de las cosas lindas y de lo malo que viví en navidades anteriores, eso sumado a la cantidad de trabajo que hay cada fin de año, problemas personales, balances de última hora, emocionales, profesionales...
Lo positivo es disfrutar la noche buena en paz y en familia, ya no tener miedo de las fiestas, que para mí eran sinónimo de problemas y dolores familiares. Es bueno vivir el presente, pero más bueno aún es disfrutarlo sabiendo que atrás quedaron los malos momentos y la tristeza.