jueves, 16 de septiembre de 2010

Adictos al Amor

Hay una comedia romántica de los 90's, que he visto varias veces (Ya les he comentado que me encanta ver películas repetidas) y que es una muestra de lo que podemos llegar a hacer cuando estamos enamorados (u obsesionados), con la supuesta persona perfecta. En Adictos al amor, Mathew Broderick y Meg Ryan, son los abandonados. Él espera que su ex (una profesora pueblerina que llega a trabajar a nueva York) se canse de su actual pareja que es obviamente el ex de Meg Ryan (un francés que la utilizó para quedarse en USA), quien quiere vengarse de éste traidor que la utilizó mientras pudo.
En fin, la historia es entretenida, ya que Sam (Broderick), llega a Nueva York con la intención de recuperar a su novia y para ello se instala en un edificio abandonado frente al nido de amor de su ex. Este par de vengadores, hacen mil y una artimañas para que el amor de sus "ex" termine. Entre ellas, reventar la tarjeta de crédito del francés, crear ocasiones de discusiones entre ellos, etc.
Viéndola, me puse a pensar en las cosas que nosotros hacemos por lo que en ese momento pensamos es amor, y con el tiempo nos damos cuenta de que fue obsesión u orgullo herido. Yo por mi parte he hecho un par de cosas, nada grave, pero con el tiempo me da risa. Una vez trate de poner en contra de mi ex a su madre, cosa que no fue difícil. Debo decir que la satisfacción duraba poco. Ha sido una de las pocas veces que he hecho algo concreto, por lo general se quedan en sendas tramas de venganza en mi cabeza y con el tiempo se olvida, si al final aunque suene cliché, el tiempo cura casi todo no?.
Por suerte ahora creo, que los años, o la madurez o lo que sea, ha hecho que después de sufrir por amor, vea las cosas de forma distinta, aunque a veces la sed de venganza dure un tiempo, si al final somos seres humanos, y es normal sentir odio contra quien alguna vez fue "The One".
Si la encuentran, véanla, es entretenida...Además el final es obvio...el tiempo y el compartir con otra persona, hacen que se olviden de "esa" obsesión.

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