miércoles, 26 de noviembre de 2008

Porqué Gabriela Mistral

Hoy en la mañana me pregunté por qué me gusta tanto la poesía de Gabriela Mistral. La verdad es que la poesía no es mi género favorito, de hecho lo que más me gusta es leer cuentos y novelas. Me siento identificada con la emoción y a veces el dolor de sus escritos.
Lo de Gabriela viene desde mi infancia. No sé de dónde salió, pero en mi casa había un disco de vinilo de poesías para niños de esta poetisa, pero hechas canciones. Mi mamá nos ponía este disco en las mañanas a mi y a mis hermanas y las tres cantabamos estas poesías hechas rondas. La que más me gustaba era Piececitos. Está en el libro "Ternura". Siempre he sido sensible, y ésta poesía me llegaba muy profundo.

PIECECITOS
A doña Isaura Dinator.


Piececitos de niño,

azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
Dios mío!


¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!

El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;

que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.

Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.

Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!

Cuando estaba en segundo básico le pedí de regalo a mi mamá un libro de Gabriela Mistral, y ella con los pocos recursos con los que contaba me regalo un libro que guardé por muchos años y que lamentablemente se perdió en un cambio de casa.
En mi país a mi parecer no se ha apreciado mucho la gran obra de esta mujer, ni tampoco lo adelantada que fue a su época. Algunos medios han puesto por sobre su obra, el rumor de su lesbianismo o de sus hijos no reconocidos, lo que es lamentable. Gabriela no sólo ha sido un hito para las letras de Chile, ha sido la única mujer Premio Nobel de Literatura de nuestro país (1945).
Otro de mis favoritos es "Amo Amor", de su libro "Desolación"

AMO AMOR
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,

late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡le tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de mar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave: ¡
lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale el decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras.
Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!

1 comentario:

 kotto dijo...

independiente de su condición (sexual) ella fue una gran mujer... una gran mujer que nunca se le dio en su momento y menos ahora el reconocimiento de nuestro país...


debe haber sido maravilloso escuchar aquel vinilo