Esta ciudad queda a dos horas o menos de Santiago, tiene playa, arena, mar y aire puro, cosa que le agrada a cualquiera...el problema es en esta época llena de turistas, de autos, de ruido, de gente... dan ganas de arrancar.
El Festival de Viña es la guinda de la torta, los canales de TV se toman las playas, las candidatas a reina andan en limosinas que no ayudan en nada con los tacos y los miles de conductores santiaguinos y afuerinos traen toda su furia hasta acá.
Cierro los ojos y me imagino la ciudad vacía, hasta que un bocinazo hace que el corazón casi se me salga por la boca. Así no se puede ser feliz.
Estoy leyendo un libro acerca del evolucionar, pero veo que esta ciudad está llena de gorilas... me siento realmente un bicho raro dentro de éste circo infernal llamado ilusamente "Ciudad Jardín".
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